Venid, fieles todos, a Belén marchemos,
de gozo triunfantes, henchidos de amor
y al rey de los cielos contemplar podremos:
Venid, adoremos,
venid, adoremos,
venid, adoremos,
a Cristo el Señor.
El que es hijo eterno del eterno Padre
y Dios verdadero que al mundo creó
al seno humilde vino de una madre:
Venid, adoremos,
venid, adoremos,
venid, adoremos,
a Cristo el Señor.
En pobre pesebre yace reclinado,
al hombre ofrece eternal salvación.
El Santo Mesías, Verbo humanado:
Venid, adoremos,
venid, adoremos,
venid, adoremos,
a Cristo el Señor.
Cantad jubilosas, célicas criaturas,
resuene el cielo con vuestra canción:
¡Al Dios bondadoso gloria en las alturas!
Venid, adoremos,
venid, adoremos,
venid, adoremos,
a Cristo el Señor.